A unos días de inaugurarse los Juegos Olímpicos de París 2024, Netflix estrenó una docuserie sobre Simone Biles, la mejor gimnasta de todos los tiempos (ha ganado 37 campeonatos y medallas olímpicas), que en la edición pasada de la justa veraniega, puso en el centro de la discusión el tema de la salud mental.

El documental aborda, entre otras cosas, cómo fue el proceso que Biles tuvo que enfrentar y como ha sido reponerse y recuperar la confianza en sí misma para regresar más fuerte que nunca a los reflectores olímpicos. Sin embargo, hay un punto que considero de los más importantes a resaltar.

Y es que Simone Biles no ha sido la única gimnasta sometida a la presión en busca de la perfección no sólo deportiva, sino también física (por los cánones de belleza impuestos por la sociedad), que prioriza a las atletas blancas, delgadas, de cabello rubio y lacio, que dejan fuera la diversidad racial.

La historia relata como hubo otras gimnastas afrodescendientes como Gabrielle Douglas que fueron duramente criticadas por su aspecto físico y sometidas a cánones de belleza racistas, a pesar de sus intervenciones maravillosas y de incluso haber ganado el all around individual en Londres 2012.

Pareciera que el tema estético era, y sigue siendo, un tema transcendental en la gimnasia y otros deportes, sobretodo para las audiencias, quienes, con el avance de las nuevas tecnologías, pueden opinar de los cuerpos de las otras personas desde la comodidad de su hogar y tras el anonimato de las redes sociales.

Y no sólo eso, dentro del deporte también hay situaciones que vulneran a las atletas y las colocan en una posición de desigualdad, violencia y discriminación, tal fue el caso de un médico de USA Gymnastics que agredió sexualmente a alrededor de 300 jóvenes gimnastas.

Sucesos como estos demuestran que el deporte lleva mucho tiempo ignorando el bienestar de sus atletas, y el hecho de que Simone Biles haya puesto una pausa en medio de la competencia habla de esos cambios que debe de haber en el deporte de alto rendimiento.

‘Simone Biles Rising’ nos muestra a una mujer que se ha aprendido a cuidar priorizando su salud mental y física sin importar que no haga lo que el mundo espera de ella.